1. |
En primer lugar, conviene que te informes sobre algunos aspectos claves para saber utilizar con el máximo de eficiencia esta fuente de información.
Averigua por lo tanto:
a) El horario de atención (días, horas).
b) Sus reglamentos internos (quiénes pueden hacer uso de la biblioteca y en qué forma)
c) Areas del saber que cubre la biblioteca. Hay algunas que son especializadas y no ofrecen información más que en un campo determinado. Ejemplo: medicina, literatura, ingeniería, etc.
d) Organización: dónde se encuentran ubicadas las diversas secciones: informaciones, recursos, etc.
e) Requisitos para consultar o retirar libros y otro material de consulta.
f) Trámites necesarios para reservar libros que están prestados o para solicitar préstamos interbibliotecarios.
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2. |
Si no existe una guía especial con indicaciones sobre el uso de la biblioteca, podrás consultar directamente a las bibliotecarias y otros funcionarios que trabajan ahí; ellas podrán aclararte posibles dudas.
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3. |
Al recibir bibliografías en clases o en trabajos prácticos, conviene que vayas a la biblioteca a constatar los libros existentes y su respectiva clasificación. Así ahorrarás tiempo cuando llegue el momento de hacer uso de dichos libros.
Además, al comprobar las limitaciones de tu biblioteca, tendrás tiempo de recurrir a otras y de ubicar otras fuentes de información.
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4. |
Deberás recordar la existencia de PP y la prensa. En ellas encontrarás datos sobre estudios e investigaciones recientes que aún no han sido publicadas en forma de libros.
Una revisión periódica a esta sección de la biblioteca te permitirá estar al día en tu área de trabajo y posiblemente te abrirá perspectivas hacia otros campos del saber.
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5. |
Como la biblioteca es un lugar de recogimiento, debes guardar el debido respeto a los reglamentos y a los demás lectores.
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6. |
Tu inquietud bibliográfica no debe limitarse a lo que encuentres en la biblioteca que comúnmente consultas. Debes valerte de todas aquellas que digan relación con tu campo de estudios.
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7. |
El tratamiento que se le da a los libros es de suma importancia. Por ello:
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Trátalos con cariño, respeto y consideración.
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Gira sus hojas desde su ángulo superior, suavemente.
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No las maltrates, no les arranques páginas. (pide fotocopias si es posible, o si no, toma las notas que te interesen).
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No dobles las hojas si tienes que marcar algo.
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No los rayes, ni anotes ideas en sus hojas, hazlo en tu cuaderno, ficha o libreta de anotaciones.
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No dejes el lápiz entre sus páginas para recordar dónde interrumpiste la lectura, usa en cambio, un marcador plano.
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