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1. Identificación del problema

La identificación de una situación problemática es el primer paso en la serie de consideraciones que pertenecen a la investigación. Un problema digno de investigarse debería responder afirmativamente a algunas interrogantes:

• ¿Es necesario? Es decir, ¿su solución ayudaría a algo o a alguien?
  
  
• ¿Es importante? Normalmente la "importancia" surge de una magnitud espiritual del investigador, quien se siente íntimamente motivado a actuar. Por ejemplo, alguien que busca un remedio para un mal hasta ahora incurable que padece un ser querido.
  
  
• ¿Es original? Se busca una solución nueva para un problema viejo. Talvez se te ocurra un enfoque original. No habría razón para hacer una investigación si hay varios estudios realizados sobre el mismo problema, por gente de preparación superior.
  
  
• ¿Es factible? ¿Se cuenta con la preparación y capacidad suficientes, con el tiempo necesario, con aquellos recursos materiales indispensables para realizarlo, con la asesoría experta que te dirija en la aplicación de procedimientos y sistemas confiables y válidos?
  
  

Que no sea tu proyecto demasiado extenso y ambicioso, pero no tengas miedo de empezar con un proyecto modesto. Te servirá de experiencia. Recuerda que sólo investigando se aprende a investigar. En este primer intento, el proceso es más valioso que el resultado.

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